En los
terrenos rústicos y, debido a la reparcelación, la propiedad del suelo se
encuentra dividida de acuerdo a la superficie adaptada a la unidad de cultivo y
a la explotación agrícola existente.
En la
distribución superficial de los cascos urbanos menos evolucionados sin embargo
destacan los amplios fondos de los solares y las grandes dimensiones de las
manzanas. En su interior se mantiene el uso agrícola pues estos asentamientos
tienen un carácter rural más acusado.
En el resto de los núcleos estas manzanas son de menor tamaño, conviviendo con más intensidad el uso agrícola con la vivienda y el de almacenaje o taller.